Wonderwall

Secret #1: You appear in most of my dreams.

Me parece en realidad querer dormir para no despertar.
(...) Se trata de algo tan fácil, a fin de cuentas. (BEWARE; Asunto adolescente)
Es, simple y sencillamente, un proceso de aceptación. Es quizás por eso por lo que no puedo doblegarme a ello. Odio las cosas simples.
Siempre pretendo encontrar un jodido trasfondo en todo lo que hago.Y un asunto de índole tan ofensivamente adolescente como lo es este, no merece una segunda revisión.
Es ése mi problema.  Pienso demasiado.
No sé si en realidad pretendía confesarme o armar frases de nada. Tenía el convencimiento absoluto de que esto -sea lo que sea- me ayudaría a aclarar el torrente de pensamientos humanos que me atormenta a estas horas de la madrugada (cuando, léase, debería estar preocupadísima del asunto de biología.)
Así que ahí voy.

Desperté con una visión extraña.
Salíamos a caminar, sí, él y yo. (...)
Ok, no. No quiero recordarlo. Mi mente siempre le ha idealizado demasiado y luego viene la decepción.
Pero lo cierto es que llegué de clases con el alma en un hilo, o con el alma al viento. Se me había escapado otra vez la vida y mis pensamientos se entremezclaban con algo, se enredaban, tal vez, con el paso del tiempo.
O algo así.
Esto me hizo más vulnerable, y hecha pedazos, vestida de sueños, llegué a la triste conclusión de que sí, ¡todo está contenido en sus ojos!
No sé si alguien podría en realidad hacerse a la idea de cuán desagradable me resulta esto. Por no decir cuánto hiere mi ego.

No digo que sea lo que siempre he esperado. Ni siquiera tengo claro que es lo que he estado pidiendo a gritos este último tiempo, pero de tener una idea, no se asemejaría a lo que él representa.
Y es que me descoloca absolutamente la situación porque confieso que me creí invencible. 


"Porque en el amor, quién más ama, es el más débil" - Anton Chéjov.

Pero (¡Já!) ¿Amor? Digamos que he llegado a un punto donde la incoherencia salta a la vista.
Yo. Amar. ¿A él?
Vamos, ¿a esos ojos? ¿A esa sonrisa torcida que logra que cualquier pensamiento momentáneo se vuelva superfluo? Pues claro que no. ¿A la curvatura de su nariz? ¿La línea recta de su mandíbula?
¡Pues claro que no, señores!
¿A ese cabello-Ok, no quiero ser tan evidente, pero se deduce- de estrellas y soles completos?
No, que no. Que somos bien opuestos. Blanco y negro. Día y noche. Cielo y suelo.


Pero es cierto que toda noche necesita, de vez en cuando, un rayo de sol.


No, esto no quiere decir que piense actuar.  No he tomado ninguna resolución respecto de esto y no pienso admitir que esto sea algo importante en mi vida. Tan sólo fingiendo haber llegado al final de este largo proceso, porque lo cierto es que tengo mucho (...) más con lo cual lidiar. Y sí, cuatro años para aceptar que él -a pesar de todo lo que no es- me encanta.
Don't worry, mundo. Como siempre, en menos de una semana, todo la efusividad momentánea del primer (segundo, tercero, whatever) amor se irá a la mierda. O tal vez está vez sea diferente.
Qué diablos.

Púdrete, humanidad.

(Y sí, se perfectamente que no he hecho más que divagar.)