sábado, 12 de marzo de 2011

Él. (Parte I)

Su manera de observar el mundo me sobrecogía. El modo en el que sus ojos parecían retratar mentamente el detalle más inverosímil mientras recorrían aquél escenario tan absolutamente extraño a sí, tan absolutamente increíble a su vista.
El modo en el que su columna se posicionaba incluso -Una posición lobuna en tensión de ataque- denotaba cuan extranjero se sentía en su propio cuerpo, cuan ridículamente externo le resultaba el aire que rozaba su rostro alzado en dirección al mar, como esperando que la marea hablase...
Muy seguro de que le invitaría a hundirse. A explorar su profundidad.



1 comentario:

  1. Realmente no sé qué decir, pero lo que he leído me ha dejado un sabor de querer saber más. No sé si es una historia, un pensamiento oportunista o qué, pero merecería una segunda parte.

    =)

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